¿Qué sentimos como madres tras este retorno a clases?
Mucho se ha escrito respecto a cómo esta pandemia ha afectado nuestra vida cotidiana. Iniciamos un camino incierto de aislamiento social, confinados, criando en soledad o con menos apoyo, trabajando desde casa en algunos casos y también estudiando desde el hogar.
Esto último se convirtió en todo un desafío para las niñas y niños, pero también para las madres y las familias en general, que sin tener necesariamente formación en pedagogía, tuvieron que brindar un apoyo más concreto y mayor presencia
en los procesos de aprendizaje, al mismo tiempo y en el mismo lugar que intentaban teletrabajar, quizás cuidar hermanos menores, y ocuparse de las labores domésticas. De la mano del confinamiento, surgió el desafío adicional relativo a la necesidad de socializar y compartir de los niños, que por meses quedó relegada al conectar y verse a través de una pantalla. Para las familias todo esto ha generado un desgaste físico, psicológico y emocional no menor.
Vuelta a clases, una mezcla de emociones

Hoy, habiendo transcurrido este difícil camino, nos enfrentamos al momento deseado, temido y de una mezcla de emociones en el que los hijos deben regresar a las clases presenciales. Se trata de una situación muy esperada, pero que a la vez puede resultar generar cierto estrés en los niños y familias. Por eso, te invito a que, como mamá, no te exijas demasiado y consideres que existe un abanico de emociones, en donde todas son válidas y necesarias.
La libertad de sentir sin culpas
Las reacciones pueden ser múltiples, entre ellas:
- Sentirte feliz porque al fin tus hijos podrán reencontrarse con sus compañeros y profesores, compartir, jugar y aprender juntos y de paso, podrás recuperar algo de tiempo para trabajar más tranquila, ocuparte de la crianza de hijos más pequeños, realizar otras labores cotidianas o tener más tiempo para ti. Ha sido un periodo intenso y demandante y puedes sentir necesario este respiro.
- Sentir preocupación y ansiedad, pues los niños deben adaptarse a la presencialidad en un contexto diferente, donde deben aprender a desempeñarse con normas distintas y resguardando su autocuidado. La percepción de riesgo al contagio también puede hacerte sentir preocupada, en mayor o menor medida.
- Puede ser desafiante acoger, validar y contener estas mismas emociones en los niños, ya que su salud mental también ha resultado afectada y pueden vivir el regreso a clases con mucho entusiasmo y ganas, mezclado con nerviosismo, inseguridad o temor.
Intenta ser paciente contigo misma y con tus hijos, es un proceso de aprendizaje para todos como familia. Lo importante es acompañarse, darse espacio para que todos puedan conversar o expresar sus emociones entendiendo que todas son válidas, reforzar las medidas de autocuidado y vivir este proceso de la forma en que a ustedes les brinde seguridad y tranquilidad.
"Cada mamá, cada niño y cada familia lo vive distinto, por eso la mejor recomendación es vivirlo a su propio ritmo y con las consideraciones que ustedes sientan necesarias"
Importante Considerar
Es importante que tengas en consideración tres puntos principales tras leer este artículo:
- Sé paciente contigo misma y con tus hijos, es un proceso de aprendizaje
- Siente sin culpas, así sea felicidad, angustia, tristeza o preocupación
- Conversen y expresen sus emociones, validándolas y sintiéndose [email protected] consigo mismos
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